BERNARDO TAHAN GOMEZ
Querido lector: este libro narra mi experiencia de 27 años, luego que del 1996 al 1997 hice diariamente y desde la tranquilidad de mi casa, regresiones auto hipnóticas con el método del Dr. Brian Weiss y logré ver, analizar y conocer en profundidad sino todas, la mayor parte de mis vidas pasadas, o procesos de reencarnación. Luego de esta experiencia, mi vida cambió por completo, y me liberé de las sensaciones de miedo, rabia, angustia, ansiedad, deseos ansiosos de comer, autodestructivos, dificultades para dormir, convirtiéndome en una persona mucho más espiritual, con una tranquilidad interna que en mi mente se asemeja a un lago sereno como un espejo.
Antes de haber realizado estas regresiones, era un joven abogado de 30 años; era una persona materialista, nerviosa, actuaba con rabia, irritable, ansiosa, egoísta. Sobre todo muy egoísta, cerrado a la vida espiritual y creyendo que la felicidad de la vida estaba sólo en el éxito y las cosas materiales.
En este libro, no solo te cuento cómo hice para lograrlo, sino también te doy mis reflexiones de estos 27 años, buscando que tú también lo intentes y logres cambiar tu vida para bien, como lo hice yo en su momento.
Poder ver tus vidas pasadas o procesos de reencarnación, no es una cuestión de curiosidad. Es a mi modo de ver un punto de supervivencia emocional, donde está en juego tu felicidad y tu paz interior, porque las vidas pasadas, si no las analizas, se entrometen en tu vida presente y no te dejan en paz ni ser feliz.
Te garantizo que el premio si lo intentas seriamente, no sólo lo disfrutarás tú, sino todas las personas que te rodean, familiares y amigos, pues serás fuente de paz y afecto para ellos.
Bernardo Tahan Gómez
Hola. Mi nombre es Bernardo Tahan Gómez. Soy solo una persona que, desde hace muchos años, ha tenido pasión por el mundo del desarrollo y evolución espiritual, no obstante que mi trabajo como abogado casacionista me ha conducido a vivir y trabajar usando mi parte racional. Mi cerebro. A este punto de mi vida, creo que el verdadero sentido de nuestra permanencia en este mundo es la evolución de nuestra alma, por encima de la mente, de los conocimientos acumulados o estudiados. Reconozco que he sido influenciado por el budismo y el cristianismo. Escribí este libro por cuanto la experiencia obtenida, al ver y analizar mis vidas pasadas, cambió mi existencia. Me ha transmitido desde hace 27 años una paz y tranquilidad estable y permanente. Quisiera transmitirte mi experiencia; quisiera tratar de ayudarte a salir de ese círculo de dolor en que a veces, los seres humanos nos encontramos atrapados. B.T.
Contenido Extracto de lectura
Capítulo 1
1.-Las manifestaciones de tanto dolor en nuestro interior
Sé que te sientes mal. Te sientes mal todo el tiempo. Tu vida es confusa. Me refiero a su parte interna. Tienes miles de sensaciones, miles de emociones todo el tiempo. No paran. Pensamientos que te bombardean internamente a cada momento, durante todo el día. Te refugias en el trabajo, para tratar de distraerlas, para encontrar un poco de serenidad, de paz, para distraer tu mente.
Te puedes también refugiar en tu familia, en el amor que sientes hacia ellos, en una relación romántica si eres soltero o soltera, pero apenas estás un poco en soledad, las voces internas, las emociones regresan con fuerza. Sientes básicamente miedo, rabia, incertidumbre, inseguridad hacia el futuro, culpa por el daño que quizás has causado a otras personas, pero lo más grave, lo que más te asesina por dentro, lo que te liquida, es que te sientes mal y no sabes por qué. Ni siquiera sabes lo que sientes. Ese sentirte mal por dentro, sin saber a qué se debe, no te deja ser feliz, o al menos no te deja estar en paz.
Esta sensación desagradable, se traduce en arranques de rabia, mal humor, tristeza, incomodidad permanente. Las otras personas te fastidian y ni siquiera han abierto la boca. Te da pesar el salir a la calle, toparte con alguien en un ascensor. Te sientes incómodo todo el tiempo y no sabes por qué. Tienes éxito, dinero en la cartera, en tu cuenta bancaria, te ves bien en el espejo, y, sin embargo, no tienes paz en tu alma.
En las relaciones humanas no vas mejor. Te hieren fácilmente, y tu respondes también con agresividad. A su vez, las personas que interactúan contigo también son delicadas, susceptibles. Pareciera que todos nos estamos volviendo locos. No hay relación afectiva, amorosa, laboral, estable, que aguante tantos flujos de sentimientos y emociones. Evidentemente todos nos sentimos mal. Es una especie de malestar interno colectivo.
Sinceramente pienso, que la totalidad del planeta se siente así, en mayor o menor grado, y no estoy exagerando.
En otras personas este malestar se manifiesta como una amargura permanente, siempre están molestos, hablan mal de todo el mundo en el trabajo, en la universidad, en casa con su familia. Nada los satisface, nunca están contentos. Siempre hay un motivo para quejarse. Si no se quejan de otras personas, lo hacen del clima, del trabajo, del país, de los otros seres humanos, de la vida, siempre hay un motivo para expresar la tortura que significa estar vivo y compartir la vida con otros seres humanos. En el trabajo es el colega que siempre habla mal de los demás, que critica a todo el mundo, solo él sabe trabajar, los demás no saben hacer nada. No son inteligentes. En la casa critica a los miembros de su familia, disminuye a su cónyuge, a sus hijos. Todo va mal, menos él. Las personas no están a su nivel, se siente superior, en el fondo es la persona más infeliz que podamos conocer. Todos lo saben menos él.
Muchas personas van al psicólogo, al psicoanalista, al psiquiatra. Pasan años y años en terapia y no logran resolver el origen de tanto caos. El terapista examina la mente, su pasado, sus recuerdos. Pueden pasar dos, cinco hasta diez años conversando, hurgando en el pasado de la persona, pero nada cambia. Nada mejora. El paciente se desahoga, mejora un poco, se siente acompañado, pero en el fondo, continúa sintiéndose mal. Su existencia sigue siendo dolorosa a pesar de la terapia.
La sensación de desagrado permanece. A pesar de la terapia. A pesar de ir a la iglesia, a la sinagoga o a la mezquita. Simplemente te sientes mal y no puedes evitarlo.
En los templos religiosos, el discurso sagrado llega a tu mente. Te parece maravilloso, te dice que debes amar, que debes sentir compasión por los demás, pero te sigues sintiendo mal por dentro, día a día, y ves que quieres, pero no puedes amar realmente a tus semejantes, porque para amar, hay que sentirse bien por dentro.
Algunos se refugian en los fármacos, los que están peor. Otros en el alcohol, las compras compulsivas, el juego, todos tratan de encontrar una distracción externa que los haga olvidar lo mal que se sienten por dentro. Todos tenemos un denominador común: la insatisfacción, la incomodidad proviene de nuestro interior. No hay nada externo que la calme. Solo la distrae.
Otros, los más jóvenes, se refugian en el celular, las redes sociales. Horas y horas al día, buscando un estímulo externo, una distracción, un objetivo. Algo que nos haga mirar hacia afuera, no hacia dentro. Cualquier tontería que veamos, por más fútil, o superficial puede ser útil, para distraernos. Para olvidar lo que sentimos por dentro.
¿Has visto como a veces, las personas ricas que tienen más tiempo libre y ven resueltas muchas de las preocupaciones cotidianas, a veces terminan víctimas de adicciones? ¿ves cómo muchas veces no pueden mantener relaciones personales o románticas duraderas y en los casos muy extremos, pueden llegar al suicidio? No es que sean estúpidas, ni irresponsables, ni deseen destruir sus vidas. Tampoco es que el éxito venga acompañado inevitablemente de esas adicciones o estén todas mal de la cabeza. Significa que tienen más tiempo libre, muchos de sus problemas resueltos, y por ello están más en contacto con el malestar interno que todos tenemos. No pueden escapar si están solos, sin responsabilidades que distraigan, percibiendo estas sensaciones desagradables. La riqueza y el bienestar las conduce a estar sentados en una silla mirándose en el espejo, y lo que proviene de su interior, de su alma, los atormenta y desean escapar de algún modo.
Si tienes dudas, comentarios, inquietudes, opiniones sobre la reencarnación, las regresiones para ver vidas pasadas, puedes escribirme a bernardotahan01@hotmail.com